Las
fuentes de información periodísticas
Documento de Cátedra.
C.Suarez-P.Pedelaborde
Los más graves problemas que enfrentó y
enfrenta el periodismo en los últimos años están relacionados con un deficiente
manejo de las fuentes informativas.
Partamos de la premisa básica, aunque a veces incumplida, del periodismo:
Partamos de la premisa básica, aunque a veces incumplida, del periodismo:
La sociedad tiene derecho a saber la verdad completa, comprobable, en forma oportuna, sin intereses ni prejuicios personales.
Es obligación del periodismo, entonces, cumplir con la publicación fiel de los hechos, describirlos con exactitud sin falsear, omitir, ni distorsionar la información. Es decir, toda información estará sustentada en datos verídicos para fortalecer la confianza de nuestros lectores.
Es
decir, toda información estará sustentada en datos verídicos para fortalecer la
confianza de nuestros lectores.
Frente
a esto, los periodistas deben mantener un trato estrictamente profesional en la
relación con sus fuentes informativas. No debe confundirse el trabajo con la
amistad ni mucho menos prestarse a publicar la información con servilismo.
Qué
son las fuentes informativas
Los periodistas no siempre pueden estar presentes en el momento en
que se producen los acontecimientos. Es más, la mayoría de los periodistas no
son testigos presenciales de los hechos que relatan sus noticias. Algunos
acontecimientos tales como una rueda de prensa o una sesión parlamentaria son
previsibles. En estos casos el periodista puede cubrir personalmente el evento
para recopilar aquella información que después utilizará para escribir la
noticia. Pero otros muchos acontecimientos son imprevisibles y tan sólo el azar
puede permitir que el periodista sea testigo presencial, como por ejemplo un
atentado terrorista o un accidente aéreo.
En el caso de esos acontecimientos imprevisibles, o de otros hechos dignos de ser noticia pero a los que el periodista no puede acceder fácilmente, el periodista necesita recurrir a otras fuentes informativas para que le proporcionen información al respecto.
Las fuentes informativas que puede consultar el periodista son variadas: personas, instituciones y organismos de toda índole. La obtención de fuentes de información fiables y de calidad otorgan prestigio al medio y al periodista.
En el caso de esos acontecimientos imprevisibles, o de otros hechos dignos de ser noticia pero a los que el periodista no puede acceder fácilmente, el periodista necesita recurrir a otras fuentes informativas para que le proporcionen información al respecto.
Las fuentes informativas que puede consultar el periodista son variadas: personas, instituciones y organismos de toda índole. La obtención de fuentes de información fiables y de calidad otorgan prestigio al medio y al periodista.
Las fuentes son necesarias incluso cuando el periodista ha sido
testigo directo del acontecimiento, ya que ofrecen información complementaria
muy útil. Puede cubrirse una manifestación que tenga lugar en tu ciudad. La ha
visto con sus propios ojos, has podido tomar tus propias notas, pero resultará muy
conveniente solicitar información sobre el mismo acontecimiento a distintas
fuentes, como pueden ser los dirigentes sindicales organizadores del acto, para
recabar sus opiniones sobre la manifestación y los objetivos de la
movilización.
Debe también solicitar a la policía cifras de participación
estimadas, así como posibles incidentes registrados. Contacta con Defensa Civil
para interesarse acerca de la existencia de heridos. Incluso es interesante
solicitar la opinión directa de distintos participantes anónimos de la
protesta. La correcta selección y combinación de todos esos datos permitirá
elaborar una noticia veraz y rica en matices. Para ello se han utilizado
distintas fuentes informativas.
Para relatar un acontecimiento, los periódicos de calidad y los buenos periodistas no recurren a una sola fuente informativa pues su información puede resultar sesgada, errónea o poco veraz, recurren a distintas fuentes para contrastar las informaciones ofrecidas por unas y otras.
Para relatar un acontecimiento, los periódicos de calidad y los buenos periodistas no recurren a una sola fuente informativa pues su información puede resultar sesgada, errónea o poco veraz, recurren a distintas fuentes para contrastar las informaciones ofrecidas por unas y otras.
También
podría ser la cobertura de un recital. Uno como periodista puede ir y cubrir el
evento, puede o no gustarle el show pero salvo que uno sea un crítico muy
consustanciado y especializado con la música, podrá fundamentar sus críticas desde
los aspectos técnicos, de sonido, etc. Lo conveniente es dar a conocer el hecho
volcando datos objetivos como, por ejemplo, consultar con los agentes
organizadores del evento sobre qué calles estarán cortadas, desde qué hora,
dónde podrá estacionarse, a qué hora está previsto la finalización del show,
consultar con el servicio de seguridad para saber con cuántos efectivos se
disponen para controlar la masa, consultar con la gente que presencia el
recital para considerar sus impresiones, conocer el número de asistentes,
hablar un poco del “basktage” ver qué tipo de merchandansig se maneja, cómo se
organizará el servicio de emergencia, cuántos médicos habrá disponibles,
cuántas ambulancias, hablar con los vecinos, ver si se quejan o están de
acuerdo, ver si se instalan baños químicos, ver luego del recital cómo quedó la
plaza (basura, rotura de bancos, monumentos, si la limpieza comienza temprano,
si se pisaron los canteros, etc. De todo esto que indaguemos, tal vez,
utilicemos sólo un par de datos, pero antes de sentarnos a escribir debemos
consultar la mayor cantidad de fuentes posibles.
Una noticia resulta más veraz, y por tanto tiene más calidad, cuanto mayor sea la cantidad (el número de fuentes consultadas), la calidad (mayor credibilidad ofrezca la fuente utilizada) y el pluralismo (que las fuentes sean complementarias y presenten interpretaciones distintas de un mismo hecho) de las fuentes informativas utilizadas.
Para Gerbert Gans, fuente de información es la persona o grupo de personas que el periodista observa o entrevista y que le proporcionan las informaciones de base o los apuntes para una noticia.
Una noticia resulta más veraz, y por tanto tiene más calidad, cuanto mayor sea la cantidad (el número de fuentes consultadas), la calidad (mayor credibilidad ofrezca la fuente utilizada) y el pluralismo (que las fuentes sean complementarias y presenten interpretaciones distintas de un mismo hecho) de las fuentes informativas utilizadas.
Para Gerbert Gans, fuente de información es la persona o grupo de personas que el periodista observa o entrevista y que le proporcionan las informaciones de base o los apuntes para una noticia.
También
consideramos fuente de información a los documentos o depósitos de la
información que pueden ser consultados, tales como archivos, libros, revistas,
etc.
Al
hablar de fuentes, hay que distinguir entre informador y fuente
informativa.
·
El
informador es
el que mantiene una relación ocasional con el periodista. Se limita a
suministrarle unos datos concretos en un momento determinado. La principal
diferencia es que el contacto con el informador es unilateral.
·
Una
fuente informativa,
por el contrario, mantiene una relación habitual con el periodista y entre
ambos se mantiene un proceso informativo bidireccional.
Existen, además,
·
fuentes exclusivas, es decir aquellas que aportan información a
un periodista y a un medio.
·
Y fuentes compartidas que proporcionan la misma información
a distintos periodistas o medios, estas son las agencias de noticias, los
gabinetes de prensa, los comunicados públicos, etc.
Dado
que el número de fuentes con las que el investigador puede mantener contacto,
no es ilimitado, tendrá que seleccionar aquellas que en pasadas ocasiones le
han suministrado informaciones fiables. Su red se va modificando
constantemente. En cada tema investigado se establece una jerarquización de
fuentes. Las fuentes establecen también sus propios objetivos, no se acercan
por igual a todos los medios y muestran sus preferencias. De ahí que el medio
de información en el que se trabaja, el periodista sea decisivo a la hora de
acceder a las fuentes informativas.
Categorización
Las
fuentes informativas pueden dividirse en dos grandes categorías:
·
Fuentes
propias.
·
Fuentes
de las agencias nacionales e internacionales: el concepto más moderno sobre
agencias las define como una suerte de "mayoristas de la información"
que se valen de sus propios corresponsales, de agencias con las que pueden
estar asociadas o bien de sus propias fuentes de información. Merece destacarse
también que las agencias funcionan, respecto de los periódicos, como fuentes abiertas,
de atribución directa.
Atribución
de fuentes
Cuando la
fuente autoriza al periodista a ser identificarla, se denomina información
con atribución directa.
En los
casos en los que la fuente prefiere permanecer en el anonimato se llama atribución
reservada. Otras veces, la fuente suministra información solo para uso del
periodista, y se denomina off the record.
· información con atribución
directa: el periodista tiene autorización para nombrar la fuente. Esta
es la situación ideal porque se gana en credibilidad y tendrá un mayor valor
informativo. En general, la fuente a la que se atribuye puede ser una persona,
un organismo u otro medio.
·
Ejemplo
I
El general norteamericano Vincent Brooks, jefe de
Operaciones del Mando Militar central, reconoció que la ciudad
meridional "sigue bajo la bota del régimen" de Saddam, y que se
libran combates para eliminar la resistencia de las fuerzas iraquíes.
·
Ejemplo
II
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Suiza publicará en
los próximos días una lista con el número creciente de víctimas civiles del
ataque anglo-norteamericano contra Irak. Se nos prometía una guerra limpia pero
hoy constatamos una vez más que no hay guerras limpias, declaró Calmy-Rey al dominical Sonntagsblick.
· información con atribución
reservada: es lo más frecuente. El periodista enmascara la identidad a
través de las fuentes gubernamentales...
Esta fórmula es muy utilizada por las fuentes que ponen en circulación
información intoxicada, de ahí que sea necesario acogerla con reservas. Hay investigadores
que sostienen que no se debería poner una información si la fuente no se deja
identificar.
·
Ejemplo
Voceros del gobierno bonaerense reconocieron anoche que
la cantidad de votantes que participaron en los comicios internos del
justicialismo, que se celebraron ayer, "no cumplió con las
expectativas".
off the record: cuando el periodista recibe un
información confidencial no publicable.
Es una información para uso exclusivo
de él, sin embargo no significa que no pueda hacer uso de esa información si ha
sido verificada por otras fuentes. Hay muchos investigadores que no aplican
esto porque no lo consideran bueno y prefieren realizar investigaciones más
costosas o más incompletas, y no usar el off the record.
Se debe ser muy cuidadoso con el dato off the record:
suele utilizarse por las fuentes para decir lo no que se atreven a hacer en
forma pública y, por eso, el periodista puede quedar inmerso en una
controversia si no verifica otras fuentes.
Confiabilidad
de las fuentes
Es conveniente que el periodista revele al
lector la fuente de la que ha conseguido el dato o el conjunto de informaciones
que incluye en su noticia. Eso otorga credibilidad al texto. Tan solo puede ser
ocultada intencionadamente en aquellas ocasiones en las que la fuente se niegue
a que se revele su identidad o en las que el periodista pueda sospechar que la
integridad de la misma peligra en caso de ser difundida. En estos casos, el
secreto profesional ampara legalmente al periodista para proteger la identidad
de sus fuentes.
En ocasiones las fuentes pueden proporcionar información off the record. Datos que se facilitan al periodista para que comprenda mejor determinado acontecimiento pero que expresamente se pone como condición que no sean publicados. En esos casos el periodista debe ser honesto con su fuente y cumplir su voluntad.
En ocasiones las fuentes pueden proporcionar información off the record. Datos que se facilitan al periodista para que comprenda mejor determinado acontecimiento pero que expresamente se pone como condición que no sean publicados. En esos casos el periodista debe ser honesto con su fuente y cumplir su voluntad.
Chequeo
de fuentes
El
chequeo de las fuentes es fundamental, en particular cuando lo que dice esa
fuente puede afectar a otras personas. Frente a esta situación, debe siempre,
absolutamente siempre, consultarse a la contraparte para que dé su versión.
Si esa
contraparte no estuviese disponible por cualquier razón, se expresará
claramente que se intentó consultarla, pero no se obtuvo su declaración.
El
chequeo de las fuentes es fundamental, también, para obtener dos o más visiones
sobre un mismo evento, siempre que sea necesario.
Cómo
citar las fuentes
El periodista puede introducir en la noticia declaraciones
realizadas por los protagonistas del acontecimiento. Hay dos fórmulas para
ello: la cita directa, en la que se reproducen textualmente las frases más
significativas pronunciadas o escritas. Estas siempre irán entrecomilladas o en
letra diferenciada para que el lector las identifique claramente.
La otra opción es la cita indirecta, muy útil para resumir en pocas frases declaraciones largas. Con ellas el periodista ya no reproduce textualmente sino que se limita a sintetizar y explicar lo declarado. La manera de introducirlas suele ser con un "dijo que", "afirmó que", "declaró que". Resulta muy habitual la combinación en la misma noticia de la cita directa y la indirecta.
La otra opción es la cita indirecta, muy útil para resumir en pocas frases declaraciones largas. Con ellas el periodista ya no reproduce textualmente sino que se limita a sintetizar y explicar lo declarado. La manera de introducirlas suele ser con un "dijo que", "afirmó que", "declaró que". Resulta muy habitual la combinación en la misma noticia de la cita directa y la indirecta.
La
mayoría de los libros de estilo de los diarios aconsejan evitar el recurso de
disimular como fuentes informativas ("según los observadores... ",
"a juicio de analistas políticos...") aquellas que sólo aportan
opiniones. En este supuesto, lo aconsejable es identificar a la persona consultada. En otro
caso, no resulta interesante conocer una opinión si no se sabe quién la avala.
Asimismo,
no es recomendable calificar a las fuentes como fidedignas o confiables ya que
perjudica a aquellas fuentes que no tienen calificación. La decisión por parte
de un periodista de la elección de dicha fuente es con certeza por ser
fidedigna y confiable.
Fuentes de información y
credibilidad periodística (Investigación realizada por Javier Mayoral Sánchez
de la Universidad Complutense
de Madrid-año 2005)
Este estudio se ha centrado en
el uso periodístico actual de las fuentes de información. Tras analizar una muestra
de más de seis mil textos, los datos obtenidos reflejan una situación
preocupante: los medios de comunicación parecen haber sucumbido al embrujo y al
poder retórico de las fuentes informativas.
El mensaje periodístico,
formalmente independiente, está hipotecado por oscuras servidumbres. Se ha escrito
oscuras porque los profesionales de la información no identifican debidamente a
sus fuentes; y servidumbres, porque los periodistas difunden una versión de
realidad que, con gran frecuencia, es tan sólo una versión interesada –y, por
tanto, cabe deducir que deformada- de esa realidad.
Los autores
partieron de la teoría clásica sobre las fuentes de información. En un ámbito
docente, y teniendo en cuenta las necesidades y posibilidades de un amplio
grupo de futuros periodistas, el equipo de investigadores se propuso
profundizar en ciertos aspectos de esa doctrina clásica que quizá hoy resulten
revisables. En particular, se fijaron dos cuestiones fundamentales:
- La definición de ‘fuente de información
- El uso periodístico actual de las fuentes.
A. Parece difícilmente discutible la idea genérica de que las
fuentes de información proporcionan contenidos, datos o argumentos a los
periodistas para que éstos puedan incluir en sus textos todo o parte de ese
material. Sin embargo, sí conviene volver a considerar la noción de simples ‘abastecedores
de información’ que a menudo se asocia a la definición de fuente. En tanto que
obedecen casi siempre a una estrategia retórica y discursiva muy precisa, las fuentes
no sólo ofrecen información, sino que además, con mucha (y creciente) frecuencia,
esperan obtener un beneficio de su acercamiento a los periodistas. O, dicho de
otro modo, las fuentes no acostumbran a aportar información a los periodistas
por generosidad y altruismo. Actúan, más bien, llevadas por la ambición de
prefabricar un relato de los hechos. Esto es: si entregan información a quienes
cuentan qué ocurre (los periodistas), es sólo para influir más intensa y
directamente en el relato de lo ocurrido.
Ya se ha
apuntado en las líneas anteriores, pero cabe insistir en que este fenómeno es
cada vez más apreciable, e incluso podríamos considerarlo como un rasgo
esencial, definitorio, de la moderna sociedad de la información.
B. Al abordar en un aula de Periodismo el tema correspondiente a
las fuentes de información, resulta muy fácil naufragar en un laberinto de
definiciones que oscilan entre la ingenuidad más absoluta y el cinismo más descarnado.
Las fuentes cuentan o mandan, confían o engañan, ayudan o sobornan. En función
de los autores que manejemos, se obtendrá una u otra impresión. Sin embargo, hay
algo en común en todas estas teorías: ninguna renuncia a lanzar su
clasificación de fuentes. Lo malo es que muchas clasificaciones apenas se
diferencian en nada de las anteriores. Y lo peor es que este furor taxológico
acaba eclipsando algo que debería ser aún más relevante. Porque más importante
que optar sin dudarlo entre decenas de clases de fuentes, a nuestro juicio, es
descubrir cómo acostumbran a utilizar esas fuentes los periodistas. O a
defenderse de ellas, si aceptamos que la inmensa mayoría de las fuentes de
información, en las sociedades modernas, aspiran a influir en los relatos
periodísticos a los que pretenden llegar de forma expresa o tácita. Sabemos que
las fuentes han trazado un minucioso plan para difundir su versión de la
realidad: por eso hay miles y miles de gabinetes de prensa por doquier. No
sabemos, en cambio, si el periodismo dispone de un plan de defensa para
mantener su relato a salvo de versiones conscientemente deformadas de la
realidad (o a salvo de intereses particulares que pretenden servirse del lector,
más que contarle algo): por eso hemos querido analizar en este trabajo cómo y
para qué utilizan los periodistas, en sus textos diarios, las fuentes de
información.
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